Las bebidas alcohólicas hacen que las respuestas y las
maniobras ante cualquier eventualidad de la ruta o la calle sean torpes y
lentas. Es responsabilidad de todos.
De acuerdo con el relevamiento de los últimos años de la
Agencia Nacional de Seguridad Vial, dos chicos de hasta 24 años mueren
por día en un choque vinculado al consumo excesivo de alcohol. El alcohol a la hora de conducir
embota los sentidos disminuyendo la capacidad de atención normal. Además, crea
una falsa sensación de seguridad que predispone a excesos de velocidad y a todo
tipo de violaciones a las normas de seguridad en el tránsito. Y es falso suponer
que el café o cualquier otro estimulante anulan sus efectos.
Fuente:http://www.msal.gob.ar