Por primera vez en Argentina, una paciente que sufrió un
evento neurovascular agudo (ACV) fue internada en un hospital público del
conurbano (San Miguel), y atendida a través de telemedicina por internet por
profesionales de una institución privada.
A través de este sistema de telemedicina que funciona con
internet, los profesionales del hospital al sospechar que la paciente padecía
un ACV se contactaron con la institución
privada por ese medio, donde fueron recibiendo las indicaciones para la evaluación del paciente y se determinó que la paciente presentaba un
ACV isquémico, que es aquél que se produce cuando un base arterial se tapa u
ocluye y no pasa sangre al tejido cerebral.
En corto plazo, menos de 4 hs se diagnostico un ACV, de origen trombótico,
y se le indicó que debía recibir tratamiento fibrinolítico que disuelve los
trombos.
Este tratamiento es muy efectivo dentro de la llamada
ventana terapéutica, que se considera
hasta las 4,5 horas de su inicio.
Por eso el ACV es
considerado una urgencia neurológica, su conocimiento y detección, en minutos,
horas para evitar riesgo de vida y dejar el menor grado de secuelas neurológicas
de discapacidad.
El ataque cerebral es un síndrome brusco, agudo, que provoca
un cuadro focal por alteración de la circulación vascular. Por lo general, puede ser tromboembolico en el 85% de los
casos y hemorrágicos en 15% aproximadamente.
Con solo una simple tomografía computada de cerebro podemos
en el momento de ingreso sospechar de un ACV, siendo una herramienta básica
para su diagnostico.
La telemedicina permite orientar a los médicos de guardia
sobre el manejo en agudo en los inicios del ACV para realizar el mejor
tratamiento oportuno.
Hoy en día tenemos que contar con centros no solo privados
sino públicos donde la población tenga el derecho de acceder a una atención
adecuada en tiempo y forma.
Estos centros deben focalizarse en las Unidades de Stroke o
de ACV, que podíamos homologarlo a una unidad coronaria, pero avocada al
diagnostico y tratamiento de las enfermedades cerebrovasculares.
Dr. Jorge Ferrari