Llamada enfermedad de los
legionarios, es una enfermedad de origen ambiental que se transmite al ser
humano a través de aire acondicionados, de agua contaminada con la bacteria
Legionella pneumophila. Esta enfermedad aparece con la proliferación y uso de
dispositivos y sistemas que utilizan agua a determinadas temperaturas que
facilitan la multiplicación de la bacteria.
La relevancia de esta enfermedad,
desde el punto de vista de la salud pública, viene dada por su frecuente
presentación en forma de brotes, tanto comunitarios como nosocomiales, su
letalidad, especialmente en personas de edad avanzada o con enfermedades
subyacentes, su impacto
en la economía, especialmente, en
las comunidades autónomas con turismo y la posibilidad de prevención mediante
el control de las instalaciones que utilizan agua.
Legionelosis es una enfermedad de
declaración obligatoria en España. Los casos y brotes son vigilados por las
comunidades autónomas y notificados a través de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica
(RENAVE) al Centro Nacional de Epidemiología. La Red recoge información de todos
los casos notificados y brotes estudiados en las comunidades autónomas. La
información está disponible de forma desagregada para los casos desde 1996 y
para los botes desde 1989.
Se calcula que aproximadamente
25.000 personas al año sufren de legionelosis en los Estados Unidos. Una
cantidad adicional desconocida es infectada con la bacteria legionella,
presentando síntomas o ningún síntoma. Los casos ocurren esporádicamente y en
brotes. Estos brotes ocurren con mayor frecuencia en el verano, aunque se
pueden presentar casos durante todo el año
La legionelosis puede ser una
enfermedad respiratoria leve o puede ser lo suficientemente grave para provocar
la muerte. Entre el 10 y el 40 por ciento de los adultos saludables tienen anticuerpos
que indican una exposición previa al organismo.
Parece ser que la enfermedad se
contagia a través del aire, de una fuente de tierra o agua. Hasta la fecha,
todos los estudios han indicado que no se produce contagio de persona a
persona. Los síntomas iniciales de la legionelosis pueden ser similares a los
de la gripe, con dolores musculares, dolor de cabeza y tos seca, seguidos de
fiebre alta, escalofríos y ocasionalmente diarrea. Es común fiebre alta y
sostenida y que las radiografías de tórax suelan mostrar neumonía. La
legionelosis suele causar síntomas similares a los provocados por otros
organismos, incluyendo e l virus de la influenza y otros tipos de neumonía
bacteriana. Además, con frecuencia no se piden las pruebas de laboratorio
específicas necesarias para confirmar el diagnóstico. El diagnóstico depende de
pruebas de laboratorio muy especializadas que consisten en un cultivo del
esputo del paciente o en la detección del organismo en la orina. Las pruebas de
laboratorio de rutina no identifican la bacteria legionella y el tratamiento
esta protocolizado en la mayoría de los países.
Fuente: Consultor de Salud
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