En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la
Prevención del Cáncer Colorrectal, que se celebra el próximo domingo, resaltan que la detección temprana
del cáncer colorrectal permite una curación por encima del 90 por ciento".
El Ministerio de Salud de la Nación indicó que cuando los pacientes
consultan con enfermedad sintomática la probabilidad de curación se ubica en el
60 por ciento, aproximadamente. Por eso es tan importante contar con
información adecuada y tomar medidas de prevención”.
El cáncer colorrectal es un problema de salud pública en
todo el mundo, tanto por la cantidad de mujeres y hombres afectados como por
las complejidades que impone su abordaje. En Argentina, cada año se producen
alrededor de 11.500 nuevos casos y 6.800 muertes por esta causa. “Sin embargo, este
cáncer tiene una característica que no tienen los otros de mayor incidencia y
mortalidad: una lesión precursora –pólipo adenomatoso– que crece muy lentamente
y durante muchos años”, explicó por su parte Ubaldo Gualdrini, coordinador del
Programa Nacional de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal del
Instituto Nacional del Cáncer (INC), organismo dependiente del Ministerio de
Salud de la Nación, al tiempo que destacó que “pueden transcurrir de 10 a 15 años
antes de que se desarrolle la enfermedad, por lo cual hay tiempo suficiente
para interceder en esa cadena de hechos, sacar los pólipos y evitar la
aparición del cáncer”.
Prevención y síntomas
Hay dos formas de prevenir el cáncer colorrectal. La primaria,
que son todas aquellas cosas que una persona puede hacer en relación a su vida
diaria, como mantener una alimentación saludable, rica en frutas y verduras; evitar
las carnes rojas y las grasas; hacer ejercicio físico regularmente; y disminuir
la ingesta de alcohol y el consumo de tabaco.
A eso que hay que sumarle la realización de estudios
preventivos, como se hace en otros tipos de cánceres. “En la población general (quienes
no tienen ningún tipo de antecedentes, ya sean personales o familiares, que
aumenten el riesgo), hay que empezar a partir de los 50 años, tanto en hombres
como en mujeres, porque el cáncer colorrectal afecta casi por igual a unos y
otros”, detalló Gualdrini, y agregó que “si uno tiene un familiar de primer
grado (padre, madre, hermano o hijo) con cáncer o pólipos de colon, probablemente
se requieran estudios a más corta edad. En ese caso hay que consultar con un
profesional para que evalúe la situación”.
En cuanto a los síntomas, en la etapa de pólipo o temprana
la enfermedad puede ser asintomática. “Este es el gran desafío que tenemos, que
las personas se realicen los estudios aún sin tener síntomas”, consideró el
especialista del INC. Por otro lado, “los síntomas que presenta el cáncer
colorrectal son absolutamente inespecíficos. Esto quiere decir que pueden ser
producidos por múltiples enfermedades. No obstante, son signos de alerta para
realizarse un chequeo”, detalló.
Los síntomas más frecuentes son el sangrado por vía anal
durante las evacuaciones, aunque en la mayoría de los casos esto es producido
por patología benigna, como las hemorroides. No obstante, cabe destacar que
esta situación debe llevar a la realización de un estudio diagnóstico. Otro
signo tiene que ver con el cambio en la manera habitual de evacuar: “por ejemplo,
aquella persona que tiene un mismo hábito durante toda la vida y, sin embargo, éste
cambia sin que se haya modificado la dieta o el estilo de vida”, advierte
Gualdrini. También se pueden presentar dolores abdominales, rectales, pérdida
de peso o anemia, entre otros.
No obstante, hizo hincapié el experto, “no queremos más que
los pacientes se estudien solamente cuando tienen síntomas, sino en una etapa
temprana, momento en el que si existe un tumor las posibilidades de curación
son altas y los tratamientos, incluso, son mucho menos invasivos”.