martes, 15 de enero de 2013

La ONU acepta el mascado de coca


El organismo internacional reconoció como legal la tradición boliviana. También readmitió al país en su tratado sobre drogas y estupefacientes. Organizaciones sociales y cocaleras celebraron la decisión y felicitaron al presidente Evo Morales por su gestión.


La Organización de Naciones Unidas readmitió a Bolivia en la Convención de Viena de 1961 sobre drogas y estupefacientes, y aceptó el pedido boliviano para que se permita el mascado de coca en el país, informó la organización mundial en un comunicado divulgado ayer en La Paz.

"Bolivia reingresará a la Convención Única de la ONU sobre Estupefacientes, con una excepción que permitirá el mascado de coca", informó la Oficina del Centro de Informaciones de Naciones Unidas en La Paz, en un comunicado.

"De los 183 Estados que han ratificado la convención, 15 objetaron la reserva de Bolivia (Estados Unidos, Reino Unido, Suecia, Italia, Canadá, Francia, Alemania, Rusia, Holanda, Israel, Finlandia, Portugal, Irlanda, Japón y México)", agrega el texto.

La convención volverá a regir para Bolivia a partir del próximo 10 de febrero, precisa el comunicado.

La Paz renunció en junio de 2011 a la Convención de 1961 sobre drogas y estupefacientes, por considerar que este acuerdo le obligaba a proscribir el mascado de coca, una práctica ancestral en el país y común en indígenas y obreros.

Seis meses después su presidente Evo Morales pidió la readmisión del país con su veto a la prohibición.

Durante 2012, de acuerdo a normas de la Junta Internacional de Estupefacientes (JIFE) de la ONU, los países miembros de ese organismo internacional debieron pronunciarse sobre el pedido boliviano, plazo que concluyó el lunes.

Se necesitaba al menos un tercio de los 183 países miembros de la Organización (es decir unos 62) para rechazar la posición del país andino.

Según la ONU, en Bolivia hay 27.200 hectáreas de coca. El gobierno boliviano sólo reconoce 12.000 hectáreas.

Bolivia realiza esfuerzos desde la década del 80 del siglo pasado para reducir sus cultivos excedentes de la hoja, mientras que Evo Morales, líder de los cocaleros, emprende acciones oficiales para su industrialización.

Especialmente las etnias quechua y aymara utilizan las hojas de coca para el mascado que, dicen, mitiga el hambre, la sed y el cansancio.

Mientras aguardaban esta decisión con expectativa, varios sindicatos de cocaleros, aliados del presidente Morales, anunciaron para el próximo lunes una jornada de “pijcheo” masivo (mascado en idioma quechua) en varias ciudades del país.

"Estamos convocando a concentraciones masivas", afirmó la líder del Sindicato de Mujeres de la región cocalera de Cochabamba, Segundina Orellana.

Los agricultores cocaleros convocaron para celebrar la reincorporación a la convención a una jornada de masticación de la hoja en una plaza céntrica de La Paz.

"Es un logro no sólo para el presidente Morales sino para Bolivia como país, por el hecho de alinear la figura de la hoja de coca como patrimonio cultural en su magna carta con las obligaciones internacionales de Bolivia", señaló el experto John Walsh, de Washington Office on Latin America (WOLA).

"Para Bolivia el éxito del proceso es algo para celebrar. La reserva resuelve el gran conflicto jurídico que había entre la Convención Única de 1961 y la constitución del país y los derechos indígenas, en general", señaló Martin Jelsma, Coordinador del programa Drogas y Democracia de Transnational Institute.

Pero la reserva solo regirá para Bolivia, explicó el viceministro de la Coca e Industrialización, Dionisio Núñez.

Morales, quien emergió a la arena política desde uno de los sindicatos más grandes de cocaleros de Bolivia, todavía se mantiene como su líder y ha logrado que sus bases colaboren con su gobierno para reducir cocales excedentes.

"Con esta reserva Estados Unidos ya no podrá decir de que violamos alguna norma de la ONU, porque estaríamos dentro con nuestra reserva", agregó el viceministro.

Sin embargo, "Estados Unidos no asumiría ninguna obligación legal con Bolivia en virtud de la Convención que se vea afectada por la reserva", dijo el documento de objeción que presentó Washington a la Convención. Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos que no fue autorizado a dar su nombre dijo que su país se opone a la reserva de Bolivia ya que siguen "creyendo que dará lugar a una mayor oferta de cocaína y aumente el tráfico de cocaína junto con los delitos conexos".

Fuente: Los Andes