Luego de las tres multitudinarias conferencias realizadas por el Dr. Marcos Gómez Sancho en el Colegio de Médicos Distrito IV y el Hospital Eva Perón (San Martín), entrevistamos al médico español acerca de los principales conceptos de la medicina paliativa.
“Esto no tiene nada que ver con la muerte asistida”, remarca en primer lugar, “nosotros atendemos enfermos y a sus familiares a través de un programa asistencial que se llama Medicina Paliativa, que tiene como objetivo la atención integral del enfermo en su dimensión física, psicológica, social y espiritual, y también de sus familiares.”
¿Cómo se realiza este tipo de cuidados?
Se tiene que llevar a cabo a través de un equipo interdisciplinario, en el que trabajan de manera conjunta médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales y voluntarios, aunando esfuerzos para intentar dar respuesta a las múltiples necesidades del paciente y sus familiares. En la primera conferencia en el Hospital Eva Perón explicamos qué son los cuidados paliativos y cómo surge esta necesidad.
También brindó otras conferencias con temáticas relacionadas
Hemos brindado la conferencia "La pérdida de un ser querido: El duelo y el luto", porque nuestro trabajo no finaliza cuando muere el paciente, sino que continuamos atendiendo a los familiares ayudándoles a elaborar el duelo, la pérdida, porque a veces tienen muchas dificultades para hacerlo. Finalmente, la conferencia "Los últimos días de vida: la atención en la agonía", hace referencia precisamente a los últimos días de vida del enfermo, y qué tenemos que hacer cuando muere. Son conferencias con muchos poemas, con música, porque son temas muy duros de tocar y se desdramatizan a través de canciones que hablan de ellos pero que hacen que sean más sencillos de asumir.
¿Encuentra buena receptividad a la hora de difundir estos temas?
Cada vez más. Fuimos pioneros; al principio sufrimos mucho porque nadie sabía de qué se trataba, y tuvimos que explicar mucho qué es lo que había que hacer y la necesidad que había de hacerlo, pero poco a poco fuimos consiguiendo recursos. Con el Dr. Gustavo De Simone, de Buenos Aires, con quien tengo una gran amistad, empezamos prácticamente al mismo tiempo a reclamar esta necesidad tanto en España como en Argentina. Costó mucho trabajo llegar a tener un equipo consolidado, en cambio ahora los equipos que se vayan a crear ya no tiene que sufrir tanto, porque se ha ido avanzando en la sanción de leyes y en la conciencia de esta necesidad.
¿Cómo reacciona un familiar ante la muerte de un ser querido?
La negación es la primera reacción que tienen muchos familiares cuando les dan esta mala noticia, y es un mecanismo de defensa muy primitivo. Es normal en los primeros momentos, pero se transforma en algo anormal cuando es cuando ese es el único recurso que tiene el enfermo o los familiares para adaptarse a la situación, o cuando se continúa en el tiempo sin avanzar y sin elaborar a otras fases o formas de abordaje.
¿Cómo se enfrenta una situación de un paciente que está en coma durante mucho tiempo?
Se les sigue atendiendo con los cuidados básicos mientras esté vivo. Hay casos en que el enfermo ha dejado un documento de voluntad anticipada en el que dejó constancia de que no quiere ser mantenido con tratamientos excepcionales. O se lo ha dicho a sus familiares, que son portavoces de la voluntad del enfermo. Y entonces hay casos en que, si tenía colocado un respirador o un sistema de ventilación mecánica, y el enfermo o la familia dicen que no querría ese tipo de tratamiento, entonces se le retira, porque la respiración mecánica es un tratamiento, y por ley todos los enfermos están en su derecho de rechazar un tratamiento, al menos en España. Nosotros no queremos saber nada de eutanasia, lo que sí decimos es que alguna vez hay que parar un tratamiento cuando ya se ha visto que no es efectivo. El médico debe tener la sensatez y los conocimientos científicos necesarios para cambiar los objetivos de intentar curarle por los objetivos de mejorarle su calidad de vida, cuando es evidente que se ha fracasado con todos los recursos existentes en la medicina.
¿Cómo está tomando la comunidad médica el debate de estos temas?
Los médicos antes no se ocupaban de este tipo de enfermos, sino que estábamos ocupados con la medicina tan omnipotente que hemos tenido en estas últimas décadas, que ha generado un desarrollo maravilloso de la medicina, y se nos había olvidado que hay enfermos que no podemos curar, que antes o después los enfermos terminan por morirse, y que es cuestión de los médicos también ocuparse de los enfermos a los que no podemos curar. Esa fue siempre la tradición humanística de los médicos, estar hasta el final con su enfermo. Nos está costando trabajo, porque hoy la Medicina está muy tecnificada y deshumanizada, que es la queja diaria de los ciudadanos, pero nos estamos ocupando de enviar este tipo de mensaje a nuestros compañeros, también a la sociedad, y creo que de a poco las cosas van cambiando. En un hospital donde haya una unidad de medicina paliativa, todo cambia, porque todo el mundo lo ve y sabe que hay otra forma de atender a los enfermos. Por eso es bueno que haya en los hospitales unidades de cuidados paliativos, no solo por los enfermos que atiende sino también por la educación y transmisión de esta forma de actuar a nuestros propios compañeros del hospital.