Hace un mes, la justicia estadounidense había condenado al mayor fabricante de botox del planeta a pagar una multa de 600 millones de dólares por promocionar el uso de sus aplicaciones antiarrugas en el tratamiento de dolores de cabeza, espasmos y casos de parálisis cerebral infantil, sin la aprobación correspondiente. Pero el viernes pasado, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) avaló justamente eso: el uso de la toxina botulínica para la prevención de la migraña crónica en adultos.
(Clarin) - En la Argentina, la sustancia no sólo está aprobada para mejorar la apariencia de las arrugas sino “como agente bloqueante neuromuscular, enervante químico, relajante muscular y espasticidad”, informaron en la ANMAT. Su uso no estético a nivel local se extiende cada vez más.
En un comunicado, la FDA recomienda las inyecciones de botox aproximadamente cada tres meses alrededor de la cabeza y el cuello para calmar los síntomas de la jaqueca en el futuro y subraya contraindicaciones mínimas, en casos clínicos determinados. El mes pasado, Gran Bretaña aprobó la utilización de botox para los mismos fines. Las migrañas son pulsaciones agudas y esporádicas en una sector de la cabeza. Se vuelven crónicas cuando se producen cada 15 días o más, durante más de cuatro horas por día.
Para llegar a la aprobación de la FDA se realizaron dos estudios, financiados por la compañía Allergan -el mayor fabricante del mundo-. Participaron 1.384 adultos de Europa y América del Norte. Después de seis meses, los pacientes que recibieron el medicamento experimentaron 7,8 y 9,2 días menos de migraña de lo que presentaban antes de la investigación.
“Los beneficios son modestos si nos fijamos en los resultados globales,” dijo la doctora Elizabeth Loder, profesora asociada de neurología en la Escuela Médica de Harvard. “Sin embargo, esto ofrece más opciones para los pacientes que actualmente tienen muy pocas formas de tratamiento disponibles”.
