Nuevos estudios la vinculan con problemas cardiovasculares,
diabetes y obesidad. Se estima que en el país afecta a un millón de personas.
En hospitales de la Provincia existen equipos interdisciplinarios para
tratarla.
Hoy se sabe que la psoriasis no viene sola. Las últimas
investigaciones advierten sobre una fuerte asociación de esta enfermedad con
males cardiometabólicos, como hipertensión, síndrome metabólico, diabetes,
insuficiencia cardiaca y obesidad.
Se estima que 2 de cada 100 personas tienen psoriasis, y que
en el país son casi un millón los que conviven con esta enfermedad inflamatoria
crónica, cuyo origen está en una predisposición genética, a veces heredada, que
ante situaciones de estrés, infecciones o la ingesta de algunos medicamentos,
detona y ya no se va más.
Además de las lesiones rojas con escamas blancas en
rodillas, codos, cuero cabelludo y otras parte del cuerpo, buena parte de los
afectados (entre el 2 y el 46 por ciento), padece también artritis psoriásica.
Un artículo del American Journal of Medicine, que reproduce
un escrito a cargo de siete consejeros del International Psoriasis Council
(IPC), una organización global centrada en la investigación de la psoriasis,
exploró el potencial compartido de los mecanismos patogénicos, conectividad
genética y relaciones inflamatorias entre la psoriasis y varias enfermedades
cardiometabólicas, como la enfermedad cardiaca, obesidad y diabetes.
“No hay una dieta para la psoriasis, pero es vital mantener
una alimentación variada con componentes que reduzcan el sobrepeso, porque de
lo contario los riesgos cardiometabólicos aumentan”, explicó Sandra Martínez
Echeves, dermatóloga en el hospital provincial San Roque de Gonnet, un centro
de referencia en el tratamiento de la psoriasis.
Insistió también en la necesidad de que los pacientes
realicen actividad física regularmente, lo que también ayuda a prevenir el
sobrepeso y la obesidad. Y a realizar las interconsultas necesarias, según cada
caso, para sobrellevar la enfermedad, “sin descuidar la salud mental que, dado
lo visible y antiestético de las lesiones y el mayor riesgo de sufrir otras
enfermedades, suele verse afectada”, explicó la especialista.
RAYOS QUE CURAN
En la Unidad de Psoriasis del hospital provincial San Roque
de Gonnet cuentan con un equipo llamado “Puva”, una especie de cama solar
vertical que, en algunos casos, atenúa y hasta elimina las lesiones que provoca
la psoriasis en la piel.
Por ese servicio pasa un centenar de pacientes al mes.
Cuando el equipo lo considera apropiado suman al paciente al Puva que en
definitiva realiza un tratamiento de fotoquimioterapia.
El paciente deberá ingresar a la cabina con protección
ocular tres veces por semana. En el interior del aparato permanecerá rodeado
por unos 40 tubos que emitirán radiación ultravioleta durante sesiones de 15
minutos. En forma gradual las lesiones rojas se irán aclarando y
desapareciendo.
“Es un gran alivio cuando esta herramienta funciona, porque
para los pacientes las lesiones en la piel resultan una fuente de ansiedad,
estrés y malestar muy angustiante”, comento Martínez Echeves.
A las radiaciones habrá que sumarle la medicación que el
médico prescriba. La especialista agregó que no hay un tratamiento para la
psoriasis sino tantos como pacientes. “Cada cual tiene sus propias
características y enfermedades asociadas pero, en cualquier caso, una psoriasis
bien tratada puede no tener ninguna manifestación durante largos períodos”.
Eso sí, habrá que cuidarse del estrés, los cimbronazos
emocionales, ciertas infecciones o traumatismos en la piel porque todos estos
factores suelen ser detonantes de la psoriasis.
QUÉ ES LA ARTRITIS PSORIÁSICA
Entre el 6 y el 42 por ciento de los que padecen psoriasis
sufren, al mismo tiempo, lo que se conoce como artritis psoriásica. Estos
pacientes requerirán un tratamiento especial con un reumatólogo especializado.
Según explicaron los especialistas del ministerio de Salud
de la Provincia, se debe sospechar una artritis cuando aparece dolor en las
articulaciones, rigidez matinal, lumbalgia y dolor en los pies o en los talones
cuando se dan los primeros pasos del día.
En el 75 por ciento de los casos, la psoriasis en la piel se
manifiesta primero y la artritis psoriásica, en un intervalo de tiempo que
puede ser de 10 a 12 años de promedio. En el 15 por ciento, la lesión cutánea y
articular aparecen al mismo tiempo. Solo en el 10 por ciento de los casos, la
artritis aparece primero y luego las lesiones en la piel.
El reconocimiento y tratamiento adecuado puede aliviar el
dolor, reducir la inflamación y así evitar el compromiso y los daños
progresivos en las articulaciones.
