jueves, 17 de octubre de 2013

Descubren mortífera toxina botulínica y censuran su secuencia de ADN

Expertos informaron sobre el hallazgo de un octavo tipo de toxina botulínica, en las heces de un niño que mostraba síntomas típicos de botulismo, tan mortal que tan solo un nanogramo en la sangre es suficiente para matar a un adulto, por lo que mantendrán su ADN oculto hasta desarrollar un antídoto.

Un grupo de científicos del Departamento de Salud Pública de California, en el suroeste de Estados Unidos (EE.UU.), descubrió una variante de la toxina botulínica tan letal que se ha decidido mantener oculta su secuencia genética hasta tanto no se desarrolle un antídoto, según reseñó este martes el sitio web RT.

De acuerdo con el medio, esta resolución -sin precedente alguno- se debe a la potencia del veneno, puesto a que dos mil millonésimas partes de un gramo (un nanogramo) en sangre bastan para matar a un adulto.

Los expertos, encabezados por Stephen Arnón, informaron sobre el hallazgo de un octavo tipo de la toxina (H), encontrado en las heces de un niño que mostraba síntomas típicos de botulismo.

Se trata de la octava variedad de la toxina botulínica, proveniente de la bacteria Clostridium botulinum, y agente responsable de la intoxicación conocida como botulismo.

RT agregó que por esta razón se decidió aplazar la publicación de mayores detalles sobre este descubrimiento. Por ahora, se mantendrá en secreto su cadena de ADN, hasta que se encuentre un antídoto.

De momento, los investigadores publicaron la descripción de su estudio en The Journal of Infectious Diseases, pero la información es deliberadamente incompleta para prevenir que alguien use la formulación para fabricar un arma biológica que sea usada en ataques terroristas.

Durante muchos años, la biología tuvo una tradición de apertura, para que varios grupos de trabajo pudieran confirmar los resultados de las investigaciones. Sin embargo, tras el ataque bacteriológico perpetrado en los años 90 por la secta Aum Shinrikyo en el metro de Tokio, persiste el temor de que alguien intente utilizar la toxina botulínica como arma.

Fuente: teleSUR-RT/mt - FC