Los gobiernos de Haití y República Dominicana, junto con la OPS/OMS, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, UNICEF, y otros asociados clave, hicieron un llamado a la acción para eliminar esa enfermedad que infectó a más de 500 mil personas y provocó 7 mil muertes en los últimos 15 meses. A dos años del terremoto que azotó a Haití diez meses antes de la epidemia, la alianza afirmó que pasar del control a la eliminación del cólera requiere inversiones en infraestructura de abastecimiento de agua, saneamiento e higiene.
Situación actual del cólera en La Española
Una de las mayores epidemias de cólera de la historia moderna empezó en los Departamentos de Centro y Artibonite en Haití en octubre del 2010, tan solo 10 meses después del devastador terremoto de enero de ese mismo año. En el lapso de un mes, el cólera se propagó por todo el territorio de Haití y comenzaron a notificarse casos en la República Dominicana, el país vecino. Al 25 de diciembre del 2011, Haití ha notificado 522.335 casos, 281.440 hospitalizaciones y 7.001 defunciones,1 lo cual convierte a esta en la mayor epidemia de cólera del mundo en muchos decenios. En la República Dominicana se han notificado 21.432 casos y 363 defunciones (152 confirmadas por laboratorio).
El segundo aniversario del terremoto es un momento oportuno para que la comunidad internacional haga un llamado para detener la transmisión del cólera y se concentre en tomar medidas a corto y largo plazos a fin de ayudar a la población de Haití y de la República Dominicana a luchar contra este azote. Nuestra meta es lograr que el cólera deje de ser endémico en La Española.
Prevención y control del cólera en la Española
En el último año, los Gobiernos de Haití y de la República Dominicana, con el apoyo de la comunidad internacional, han puesto en marcha estrategias decisivas de prevención y control a fin de reducir el costo debilitante de esa enfermedad y salvar vidas.
Estas estrategias incluyen:
• Coordinación y participación de los asociados.
• Mejora de la vigilancia y el sistema de alerta anticipada a fin de seguir de cerca la propagación de la enfermedad y determinar las medidas a adoptarse.
• Mejora del acceso a agua potable, por medio de cloración del agua en la fuente y en el hogar, en las escuelas y en otros lugares clave.
• Promoción de buenas medidas de higiene y de otras prácticas preventivas en pro de la salud pública.
• Fomento de prácticas y políticas de manipulación de alimentos aptos para el consumo.
• Mejora del manejo seguro de excretas y residuos sólidos.
• Aclaración de la función de las vacunas anticoléricas de administración oral por medio de proyectos piloto de vacunación.
• Garantía de atención clínica y tratamiento de buena calidad en los establecimientos de salud y la comunidad.
Promoción de la información destinada a la comunidad, al igual que de la movilización y la participación comunitarias.
Es preciso mantener y fortalecer estas intervenciones indispensables para salvar vidas, con la adopción de estrategias integradas de prevención y control mediante la atención primaria de salud y la atención preventiva. Por ejemplo, en la República Dominicana, las estrategias de respuesta mejoraron el acceso al agua apta para el consumo y se combinaron con medidas de movilización social y educación a fin de mejorar las condiciones existentes en las zonas vulnerables.
Para eliminar el cólera de la isla La Española debemos ampliar urgentemente el acceso a un mejor sistema de abastecimiento de agua y saneamiento en Haití, con el objetivo de alcanzar los niveles regionales de cobertura existentes en América Latina y el Caribe, como parte de un enfoque integrado de control de la diarrea. El control del cólera a largo plazo en La Española mejorará considerablemente mediante la inversión en la infraestructura de abastecimiento de agua, saneamiento e higiene y la creación de la capacidad institucional necesaria para operar y mantener esa infraestructura.
Situación actual del abastecimiento de agua, saneamiento e higiene en Haití y la República Dominicana
Haití es con mucho el país más subatendido del continente americano en cuanto a la infraestructura de abastecimiento de agua y saneamiento. Antes del devastador terremoto del 2010, 63% de los 10 millones de residentes de Haití tenían acceso a una fuente mejorada de agua potable. El acceso a un establecimiento mejorado de saneamiento en Haití es mucho menor y, en realidad, se redujo de 26% de la población total en 1990 a 17% en el 2008. La cifra de 10% de acceso a sistemas mejorados de saneamiento en las zonas rurales es alarmantemente baja, pero la cobertura de 24% en las zonas urbanas es también sorprendentemente baja. Puerto Príncipe, con más de 2 millones de habitantes, es una de las mayores ciudades del mundo sin sistema municipal de tratamiento de aguas residuales. Eso debe cambiar.
Las cifras de abastecimiento de agua y saneamiento en Haití son mucho menores que los promedios regionales para América Latina y el Caribe, y colocan a Haití entre los 12 países con los menores índices mundiales de cobertura de saneamiento, según datos del Programa Conjunto OMS/UNICEF de Monitoreo del Abastecimiento de Agua y del Saneamiento publicados en el 2010. Además, Haití es uno de los pocos países del mundo donde la cobertura general de saneamiento se ha reducido durante la campaña sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio por razones que no han sido el simple crecimiento demográfico.
Eliminación del cólera de los países latinoamericanos: enseñanzas extraídas
En los 2 primeros años de la epidemia que azotó a América Latina en los años noventa, el cólera se propagó a más de 20 países. La inversión intensiva de la comunidad internacional en la infraestructura de abastecimiento de agua y saneamiento y la promoción de la salud dio lugar a mejoras de la calidad del agua potable y a una rápida ampliación del acceso al agua potable apta para el consumo y al saneamiento. Esas medidas contribuyeron a eliminar prácticamente el cólera epidémico en América Central y del Sur en 8 años, cuando la epidemia ya había causado unas 10.000 defunciones y más de 1 millón de casos. Estos aumentos de la cobertura de abastecimiento de agua y saneamiento, junto con el firme compromiso político, los recursos y la creación de sistemas de vigilancia para detectar y seguir de cerca la enfermedad, ayudaron a detener la epidemia de cólera en América Latina. Estos esfuerzos también llevaron a una disminución bien documentada de la incidencia de otras enfermedades transmitidas por el agua, como la fiebre tifoidea y la hepatitis A en algunos países, además de notables mejoras en la tasa de mortalidad en los lactantes y niños. Lo que es más importante, el cólera epidémico no ha reaparecido en América Latina después de que se alcanzaron estos logros.
Fuente: OMS