El ministro Juan Manzur dijo que, ante la ola de calor, las embarazadas, los lactantes y los ancianos son los más afectados. Pidió que tomen más agua y que se extremen las medidas de higiene para evitar diarreas, que afectan al 18 % de los niños menores de 6 años en el país y pueden ser mortales.
El ministro de Salud, Juan Manzur, pidió a las embarazadas que se hidraten más ante la ola de calor que vive el país en estos días y también que no dejen de amamantar a los bebés.
Asimismo, recomendó que los niños tomen abundante agua segura y jugos naturales, para prevenir la deshidratación, “evitar las diarreas y otros problemas de salud que pueden ser causados por el intenso calor”.
Las diarreas llegan a afectar al 18 por ciento de la población menor de seis años, una cifra que se eleva al 25 % en el norte del país.
La mortalidad por enfermedad diarreica afecta a los menores de un año y en algunas jurisdicciones llega a ser la causa del 10% o de las muertes en menores de cinco años.
“Tienen que extremar los cuidados ante la ola de calor las mamás embarazadas, los bebés y niños pequeños, los chicos con enfermedades crónicas y por supuesto, también, los adultos mayores”, enfatizó Manzur, ante el pronóstico extendido de altas temperaturas y “alerta amarillo” brindado ayer por el Servicio Meteorológico Nacional.
En verano, a los riesgos de deshidratación, se suma la diarrea, la cual es un serio problema de salud que afecta especialmente a los niños menores de un año. Esta, repetida varias veces en el día o muy abundante y acuosa, puede causar pérdida de agua y sales produciendo cuadros graves que requieren internación y algunos casos pueden derivar en muerte.
El titular de la cartera sanitaria destacó que para prevenir episodios de diarrea “es muy importante el uso de agua segura para beber y cocinar, también en el lavado de utensilios, cubiertos y de las verduras que ingerimos”.
Ante dudas respecto de la calidad del agua, se recomienda hervirla durante 3 minutos o agregarle dos gotas de lavandina por litro, tomando la precaución de dejarla reposar al menos media hora antes de usarla.
A los adultos mayores, Manzur aconsejó “no consumir bebidas con alcohol, porque aumenta la temperatura corporal y la pérdida de líquido; y evitar esfuerzos físicos o deportes exigentes”.
Además, llamó a visitar a las personas mayores para ver cómo están “y recomendarles tomar mucha agua a lo largo del día”.
Además, para neutralizar los efectos del calor, se recomienda evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16 horas; usar gorros y filtros solares y evitar la exposición al sol de los niños menores de un año.
También mantener los baños limpios y los residuos lejos de alimentos y del alcance de los niños.
Otra medida a considerar es lavarse frecuentemente las manos, especialmente después de ir al baño y antes de cocinar o comer, y asegurarse de que los niños también lo hagan.
Usar ropas ligeras y claras, de telas que permitan la evaporación de la transpiración (como el algodón).
Entre los síntomas de agotamiento por calor, se destacan la palidez y frescura de la piel sumado a excesiva sudoración, sensación de sofoco y sequedad de la boca; agotamiento, cansancio y debilidad; calambres y dolor de cabeza, acompañados de náuseas y vómitos; llanto inconsolable en bebés e irritabilidad en mayores.
El ministerio precisó que los más vulnerables al calor son:
• Los lactantes y menores de 5 años
• Los niños obesos o desnutridos
• Los que están con fiebre por otra causa previa, o diarrea
• Los que ya tienen la piel quemada por el sol
• Los niños con enfermedades crónicas (cardíacas, renales, mentales, neurológicas)
• Las personas mayores de 65 años
Asimismo, recomendó algunas medidas de prevención, como que en horas de calor extremo (más de 29 ºC) hay que evitar las actividades físicas intensas, especialmente por parte de niños y embarazadas. Tratar de que permanezcan en lugares frescos y ventilados.
Al llegar a un lugar de clima muy cálido (por ejemplo, durante las vacaciones) conviene aclimatarse, programando de a poco y de manera progresiva las actividades y la exposición al calor y al sol.
Además, sugiere que las madres ofrezcan a los lactantes el pecho más seguido y procure que los niños beban abundante agua o jugos naturales, antes y durante la actividad física, aunque no sientan sed. Estas bebidas no deben estar muy frías ni muy calientes.
Otros consejos son:
Usar ropas ligeras y claras, de telas que permitan la evaporación de la transpiración (como el algodón).
Procurar que las comidas sean livianas.
Bañar a los niños o mójeles el cuerpo con frecuencia.
Los bebés no deben estar al sol directo. Y los niños y adultos deben procurar evitarlo entre las 10 y las 16 horas.
Cuando están bajo el sol, niños y adultos deben usar sombreros y protector solar de Factor de Protección Solar 20 o superior.
Nunca dejar a niños o mascotas dentro de un vehículo estacionado y cerrado.